sábado, 21 de abril de 2012

Este es un poema que me llegó al alma cuando lo escuché e increíblemente me di cuenta que es el mismo autor de la frase principal que tiene este blog; W. H. Auden. Supe ahí que definitivamente tenía que ponerlo. Lean y siéntanse como yo..

"Detengan los relojes,
corten el teléfono,
prevengan que el perro ladre,
con un jugoso hueso.
Silencien los pianos,
y con un tambor sordo,
saquen el ataúd,
que los dolientes entren.
Dejen que los aviones circulen,
gimiendo por encima,
escribiendo en el cielo el mensaje:
él ha muerto.
Que las palomas tengan crespones,
en los cuellos blancos,
que los policías de tránsito,
se pongan guantes negros de algodón,
Él era mi Norte, mi Sur, mi Este y mi Oeste,
mi semana de trabajo y mi domingo de descanso,
mi mediodía, mi medianoche,
mi conversación y mi canción.
Pensé que el amor duraría para siempre,
estaba equivocado.
Las estrellas no son queridas ahora,
apáguenlas todas,
empaquen la luna, y desmantelen el sol,
vacíen el océano, y barran los bosques,
porque ahora nada puede volver a servir jamás,
para algo bueno."







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